Los Colegios Profesionales fueron la continuación de los antiguos gremios que cumplían a rajatabla un papel de defensa a ultranza de los intereses del grupo. En mi experiencia profesional como médico desde el año 1966 al 2013, yo no he sentido defendidos mis intereses por los distintos Colegios en las distintas provincias en las que he ejercido mi profesión. 

Conozco a Tomas Merina hace muchos años y sé que va a volcarse en esa defensa utilizando de forma imaginativa los márgenes de actuación que la ley y los estatutos del Colegio le permitan. Por ello tendrá mi voto.