
Tras dilapidar el dinero del Colegio en obras faraónicas y bajar la cuota con fines electorales, la Junta Directiva de Martínez-Sellés impone un copago del 30% en el PAIME
El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid impondrá un copago del 30% a los médicos que soliciten ser atendidos por el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), un servicio que antes era gratuito para todos los colegiados y que es mayoritariamente utilizado por médicos que buscan ayuda psicológica.
“A partir de ahora, los colegiados abonarán 30 euros por consulta, cuyo coste total es de 100 euros”, señala el ICOMEM en su página web, en un breve texto explicatorio que no ha sido difundido por los canales de comunicación habituales del Colegio de Médicos.
La Junta Directiva en funciones del ICOMEM –que se mantiene en el poder mediante maniobras antidemocráticas tres meses después de haber perdido las elecciones– afirma que es necesario instaurar este copago para garantizar la sostenibilidad del PAIME “ante el aumento constante de la demanda”.
SALUD MENTAL
Entre enero y septiembre de 2024 un total de 514 médicos fueron atendidos por el PAIME en Madrid, generando más de 3000 consultas psiquiátricas. El 75% de los médicos que acuden al PAIME en Madrid lo hacen para recibir asistencia por trastornos ansioso-depresivos, mientras que el 12% lo hace por trastornos de adicción.
La salud mental de los médicos se quiebra por la insoportable carga de trabajo y las malas condiciones de ejercicio. Ante esta situación, la respuesta del Colegio de Médicos de Madrid es cobrar más a los médicos cuando buscan ayuda.
ICOMEM PARA TODOS lamenta que el Colegio de Médicos, en vez de usar su poder institucional para mejorar la situación de los profesionales, se haya convertido en un ente de carácter meramente extractivo.
Este copago para los usuarios del PAIME es especialmente doloroso si se tiene en cuenta que el presidente en funciones del ICOMEM, Manuel-Martínez Sellés, usó el poder del Colegio para boicotear a los médicos de Atención Primaria que hicieron huelga por unas mejores condiciones de ejercicio en 2022. Su receta es la siguiente: dejar que las condiciones de ejercicio aplasten la salud de los médicos y luego cobrarles cuando llega la fatiga, la depresión y el burnout.
¿DONDE VA EL DINERO DEL ICOMEM?
Además, es especialmente sangrante que el Colegio de Médicos implemente su copago aludiendo a la sostenibilidad económica del PAIME, cuando la Junta Directiva de Manuel Martínez-Sellés ha dilapidado las cuentas de la institución, gastándose en ladrillo el 66% de lo ahorrado por el Colegio en 125 años
Estos son sus hitos económicos: reformar la sede del Colegio de Médicos en Santa Isabel por 4,2 millones de euros (con un 374% de sobrecoste), reformar la sede de Esparteros por 750.000 euros (para luego cederla a un precio regalado a una fundación del propio Martínez-Sellés), reformar la cafetería del Colegio por 750.000 euros y reformar los despachos de la Junta Directiva por otros 750.000 euros.
Este copago es también consecuencia de medidas populistas, como la decisión de bajar las cuotas de los colegiados en los meses previos a las elecciones del 17-D, en las que Martínez-Sellés fue la opción menos votada por los médicos de Madrid. Las cuotas que los médicos pagan al Colegio deberían servir para financiar la asistencia médica y psicológica que los colegiados necesitan, no para financiar obras faraónicas.
La guinda a esta falta de respeto es que el Colegio defiende su copago argumentando que permitirá un “uso responsable” del PAIME al evitar “la sobreutilización del servicio”, lo que es una forma de decir que los médicos que buscan ayuda psicológica abusan de la generosidad del ICOMEM.
Cada vez está más claro que la Junta Directiva de Manuel Martínez no está dispuesta a luchar por la profesión. Por eso los médicos le dieron la espalda en las elecciones del 17 de diciembre, y por eso es necesario, más que nunca, que los colegiados de Madrid tengan el Colegio por el que votaron.